- Procura que los niños hablen en un tono de voz normal, sin gritar ni chillar.
- Al acercarse al perro hay que hacerlo con calma, sin correr.
- Antes de acariciar a un perro, cierra el puño y deja que lo huela, siempre bajo la supervisión de un adulto. Si la mascota está en calma, el niño puede acariciarle suavemente la cabeza y el lomo.
- Habla con los niños para que sean amables y no golpeen al perro, ni le tiren de las orejas o la cola.
- Potencia el juego entre niños y mascotas.
- Cuando el perro esté cansado, deja que repose y duerma un poco.
- Felicita a tu perro cuando se esté portando bien.
- Deja que los niños le den la comida a las mascotas cuando corresponda.
Y sobretodo, mucho amor y respeto, la mascota también es parte de la familia!