El agua es el nutriente más importante para la vida, ya que es el constituyente mayoritario del organismo y participa en las principales funciones fisiológicas.
El agua es imprescindible para la supervivencia. Su importancia es tal que aunque un organismo puede permanecer semanas sin comer, no puede pasar sin agua más de tres días. Por otro lado, constituye entre el 60-% y el 70% de la composición corporal en el perro adulto y hasta el 85% en los cachorros. Además realiza diversas funciones:
- Regula la temperatura corporal.
- Actúa como lubrificante en articulaciones, ojos, y oído interno.
- Es el vehículo tanto para los nutrientes como para los deshechos.
- Es el medio donde se producen todas las reacciones bioquímicas.
El agua procede de tres posibles orígenes: llega al organismo mediante tres vías fundamentales, la bebida, los alimentos y las reacciones metabólicas de estos últimos.
- La bebida, es el aporte más importante.
- Los alimentos, que además de otros nutrientes contienen agua en proporciones muy variables: en torno a un 10% en las croquetas de alimento seco o alrededor de un 85% en el húmedo.
- Por último, mediante las reacciones metabólicas de los nutrientes, es decir, debido a que el organismo es capaz de transformar otros nutrientes en agua. Por ejemplo, 1 gramo de grasa produce 1,07 gramos de agua.
El perro siempre debe tener a su disposición agua limpia y fresca, si bien nosotros tenemos que vigilar su consumo.
Esto es especialmente importante cuando llegan a una edad avanzada, ya que los animales mayores regulan peor la cantidad de agua que beben, incluso es posible que no tomen la suficiente.
Por otro lado, si se detecta que el consumo aumenta, habrá que consultar al veterinario porque podría tratarse de una fase inicial de enfermedad renal o de diabetes mellitus.
Las necesidades de agua dependen de diversos factores. La ingestión voluntaria de agua aumentará en como respuesta a las situaciones que aumenten las pérdidas de agua del organismo como:
Por ejemplo, mayor actividad física, el aumento de la temperatura corporal o ambiental, las alteraciones de la capacidad del riñón para concentrar la orina y la lactación.
También se verá influida por el contenido de agua del alimento, ya que cuanta más agua tenga el alimento, menos agua tendrá que tomar bebida.
Si dejamos que el perro beba libremente, nunca lo hará en exceso y evitaremos la deshidratación. Los síntomas de un perro deshidratado son: la piel seca, que se mantiene plegada si se pellizca mantiene el pliegue; los vasos sanguíneos que no se llenan correctamente, el aumento de la frecuencia cardíaca, fiebre alta… entre los más importantes. Cuando la deshidratación llega al 10%, el animal muere inmediatamente.