Normalmente nos centramos en el pelaje del poodle como prioridad de las necesidades de su cuidado. Ciertamente esto requiere bastante tiempo y dinero, pero hay otros aspectos también importantes que descuidamos sin darnos cuenta. Se trata de la salud y limpieza bucal.
Cuando el perro come, se le quedan restos de alimento atrapados entre los dientes. Los escombros que el perro levanta del suelo como pelos, pelusa y polvo, también pueden quedar alrededor de los dientes, cerca de las encías. El mal aliento es una señal de advertencia de la necesidad de una limpieza bucal. Las bacterias crecen en lugares cálidos, oscuros y húmedos. Junto con la saliva, van a parar al sistema digestivo, debilitando el sistema inmunológico y llegando a dañar órganos sanos.
¿Qué hacer entonces?
Es importante cepillar los dientes a nuestro poodle. Si no lo podemos hacer, podemos pedírselo al veterinario y repetir esta acción una vez cada 2 años (implica usar anestesia general).
- Empiece desde cachorro. Aunque la boca de los cachorros es pequeñita, empiece a acostumbrarle al cepillado desde los 3 meses, usando un cepillo suave (por ejemplo, un cepillo para niños).
- Cepille de manera regular. Intente cepillarle los dientes una vez a la semana (aunque de 4-7 veces por semana sería lo mejor). Cepille lentamente, como haría con sus propios dientes.
- Elija bien la pasta de dientes. Tiene que ser específica para uso animal. Si no tiene posibilidad de adquirir esta pasta, puede usar bicarbonato con agua hasta conseguir una especie de pasta.
- Déle a su poodle juguetes para morder. En las tiendas para animales hay juguetes blandos para mantener la limpieza de los dientes. Aunque con estos juguetes no es suficiente para eliminar todos los restos de comida, es una buena opción que suele gustar a los poodle.