Parásitos internos en las mascotas: un riesgo potencial!

La presencia de parásitos internos en nuestras mascotas representa una de las zoonosis o enfermedades transmitidas por las mascotas al hombre más importante en todo el mundo. Las personas están propensas a contagiarse de diferentes maneras, el riesgo se incrementa cuando se convive con mascotas, si se tiene contacto con áreas donde ellas permanecen y no se toman medidas adecuadas de prevención.

La vía de entrada de los parásitos a los humanos es principalmente POR INGESTIÓN DE HUEVOS PRESENTES EN LAS FECAS, cuando se llevan las manos sucias a la boca, cuando se comparte alimentos con los animales, cuando no se lavan las frutas y verduras antes de ingerirlas, y cuando se está en áreas en donde hay excrementos de animales.

Cualquier persona es susceptible de contraer la zoonosis parasitaria. Sin embargo, los niños son los más susceptibles debido a que son menos cuidadosos con las medidas de higiene y están en contacto más estrecho con las mascotas.

Los dos grupos de parásitos intestinales (microorganismos, larvas o gusanos) más frecuentes que podemos encontrar en nuestras mascotas (perros y gatos) son los Nemátodos o «gusanos redondos» y los Céstodos o «gusanos planos«. Existe otro grupo de parásitos que son los parásitos microscópicos, cuyos representantes son la Giardia y el Toxoplasma (gatos).

Todos éstos parásitos tienen la capacidad de provocar alteraciones de salud tanto en nuestras mascotas como en los seres humanos. El nivel del daño en los animales depende de la carga parasitaria del individuo, y éste se puede manifestar con diarreas (incluso hemorrágicas), vómitos, alteraciones dermatológicas (piel y pelaje), y también la muerte. En los humanos pueden no provocar síntomas, pero en algunos casos pueden provocar desde ceguera, quistes larvarios en hígado, malestar digestivo e incluso la muerte.

¿Cómo prevenir el contagio?

  1. Recoge siempre las heces de tu mascota y ponlas en la basura.
  2. Evita que los niños metan juguetes o sus manos en la boca cuando jueguen en el parque.
  3. Evitar el contacto estrecho con animales parasitados.
  4. Lava tus manos después de tocar o acariciar a un perro.
  5. Lava las verduras crudas antes de comerlas.
  6. VISITAR AL MÉDICO VETERINARIO CADA 3 MESES PARA DESPARASITAR CORRECTAMENTE A TU MASCOTA.

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